Quizás de primeras su
nombre a más de uno le suene a chino mandarín, pero lo cierto es que bajo este
personal proyecto se esconde la encargada de los sintetizadores en la banda
islandesa de cold wave de culto Kaelan Mikla. A pocos días de que recale en la
península (21 de noviembre, Bilbao, Nave 9, 22, Madrid, Maravillas Club),
ALFREDO VILLAESCUSA contacta con esta artista tan singular. Abran el alma y el
corazón.
¿Cómo empezó este
proyecto en solitario?
“Comenzó básicamente porque me mudé a Berlín hace dos años
para estudiar música electrónica e ingeniería de sonido. Allí empecé a producir
otros tipos de música diferentes a Kaelan Mikla y a pasar más tiempo sola, de
algún modo la cosa terminó convirtiéndose en un proyecto en solitario, pero no
estaba planeado”.
Vas a pasar en breve
por la península, ¿qué se puede esperar de tus conciertos?
“En efecto, estaré en Madrid y Bilbao, pero no creo que la
gente debería esperar nada aparte de luces rojas y sentimientos melancólicos y
catárticos”.
¿Qué caracteriza a
tus directos?
“Se basan mucho en mi actuación en sí misma, a menudo cambio
de instrumentos y así puedo utilizar toda mi mente y energía física para
expresarme. Es un desafío estar sola frente al público y sentirse muy
vulnerable, pero en mi opinión, ese es el propósito del arte. Expresar tus
sentimientos a través de un medio de forma desnuda y confrontar todo en tu
cabeza. Por eso mis directos son muy variables, dependen de la manera en que me
sienta. Siempre es algo muy honesto”.
Tus composiciones
tienen una vertiente muy onírica, ¿utilizas diapositivas o algún otro elemento
para reforzar tu presencia en escena?
“A veces mi amiga Kinnat me hace algunos elementos visuales.
Ella es la encargada del diseño gráfico y me conoce muy bien. Es lo más
adecuado”.
Editaste el año
pasado tu álbum debut, ¿te quedaste satisfecha con el resultado?
“Sí, me
autoedité mi primer disco ‘Unexplained Miseries and the Acceptance of Sorrow’
en 2017. Me volví un poco loca después de romper con mi novio y
necesitaba algo de descanso. Hice solo 100 copias en CD y una versión digital
en el bandcamp. ¡Y consiguió un par
de premios en Islandia! En concreto, los Kraumur Awards y los Reykjavik
Grapevine Music Awards. Fue algo que me sorprendió mucho, porque, como he dicho
antes, nunca imaginé que esto sería algo más que una manera de expresarme.
Estoy muy contenta con los resultados. Más tarde, Jacek, el director de
Artoffact Records, contactó conmigo para editar el álbum en vinilo, que se puso
a la venta el pasado junio y ha vendido muy bien”.
Creo que vas a sacar
otro trabajo en breve, ¿podrías adelantar algo?
“Aparecerá en marzo de 2019 a través de Artoffact Records,
se llamará ‘Constantly In Love’ y estará compuesto por nueve canciones. Espero
que no sea demasiado parecido al debut, pero eso lo tiene que juzgar otra
gente”.
Hay un poso tristón
en tu música, ¿eres una persona melancólica?
“Bueno, tengo cierta tendencia a expresar mis sentimientos y
frustraciones, y estos tienden a ser tristes y desgraciados, así que quizás sí
que sea una persona triste, pero intento ser optimista”.
Tu manera de cantar
es similar a la de Kate Bush, ¿es una de tus influencias?
“¡Nunca había escuchado eso! Pues la verdad es que nunca lo
había pensado, pero me gusta su música”.
Definen lo tuyo como
cold wave, ¿te parece un término acertado?
“Al final los músicos no suelen elegir el tipo de música que
hacen, el público termina decidiendo cómo lo quieren llamar. No me importa que
cataloguen mi música como cold wave, me gusta ese género”.
Esas palabras aluden
de inmediato a la cultura gótica, ¿sueles ir a bares de ese estilo?
“Lo cierto es que no me gustan nada los bares, pero elegiría
uno gótico frente a uno normal”.
¿Hay escena cold wave
en tu país?
“Sí, tenemos cosas interesantes de ese estilo en Islandia.
Si estás interesado en el cold wave islandés, te aconsejo echar un vistazo a
Rex Pistols, Aska, Kvöl, Dulvitund y muchos más”.
¿Crees que bandas
como Sigur Rós han contribuido a que muchos fijen su atención en Islandia a
nivel musical?
“Creo que la música en Islandia siempre ha sido muy
especial. Vivimos aislados en una isla, pero cuando se inventó internet,
pudimos escuchar cosas de todo el mundo y de cualquier época. Por eso gracias a
las nuevas tecnologías, grupos como Björk y Sigur Rós pegaron fuerte primero en
Islandia y luego en el resto del mundo con más éxito que nunca. Su música es
especial y eso me encanta”.
Parece que en tus temas
existe una conexión muy sólida con la naturaleza…
“Estoy muy inspirada por la naturaleza y su romanticismo es
mucho más poderoso que el que se puede sentir hacia los humanos. Me crié al
lado del mar y de pequeña solía jugar con elfos en un campo de musgo y piedras
cerca de mi casa. Era muy creativa y tenía mucha imaginación, por eso pasaba
tanto tiempo sola con la naturaleza, eso me ha conformado como individuo, el
silencio de la naturaleza es mágico”.
Estuviste en España
hace no demasiado con Kaelan Mikla, ¿qué te pareció?
“Tocamos allí el año pasado y nos encantó, a mí siempre me
ha gustado España”.
¿Observas alguna
diferencia importante entre el público de la península y el de tu país?
“Creo que no puedo responder a eso. Islandia es mi casa y
ahí toco para mi familia y amigos. España es demasiado extraña para mí para
poder decir algo”.
Algunos te han
comparado con Nico de The Velvet Underground, ¿cómo te lo tomas?
“Es un honor”.
Por último, creo que
cofundaste una revista underground llamada
Myrkfaelni, ¿qué tal la experiencia?
“Sí, era un proyecto mío y de mi amiga Kinnat. Era sobre la
escena underground islandesa y fue
una experiencia muy buena. Viajamos mucho con Kaelan Mikla y conseguimos
conocer a mucha gente con la que queríamos compartir la música islandesa.
Acercarlos a la música y que la música se acerque a ellos”.
Recordamos las fechas
de la gira:
21 de noviembre,
Bilbao (Nave 9)
22 de noviembre
Madrid (Maravillas Club)
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