Kafe Antzokia, Bilbao
Alguien dijo que los Ramones eran como los Beatles del punk.
Y lo cierto es no que le faltaba razón porque su influencia se sigue palpando
décadas después de su disolución. Aparte de que se considera a los de Queens
inspiradores de cosas tan dispares como el hardcore, el punk pop o incluso el
rock alternativo, han creado todo un género en sí mismo que sigue al pie de la
letra sus enseñanzas, esto es, píldoras adrenalínicas de dos minutos,
estribillos memorables y una batería apabullante necesaria para enlazar unos
temas con otros como si aquello se tratara de una carrera.
En nuestro país, en plena época de La Movida Madrileña, Los
Nikis o Los Vegetales recogieron ese testigo con notable acierto y dejaron
tanta huella que todavía siguen surgiendo en la actualidad grupos en
coordenadas similares como Las Señoritas Estrechas, Pantones o los geniales
Airbag, la lista podría ser inabarcable.
El líder Parlange con Francis de Doctor Deseo. |
En este género encasillaríamos sin duda a los bilbaínos
Bonzos, reactivados de nuevo veinte años después de su debut y cargados con una
inmejorable carta de presentación llamada ‘Hagamos América punk otra vez’, una
obra que lo mismo apela a lo local que a lo universal y conecta al “Botxo” con
la megalópolis Nueva York. Ahí y en Detroit fue precisamente donde en realidad
nació la filosofía de los tres acordes, mucho antes de que Sex Pistols se
convirtieran en todo un emblema del movimiento.
El último disco de Bonzos nos parece de tal categoría que
pensábamos que aquello estaría a reventar, pero nada más lejos de la realidad,
si bien al final se logró alcanzar una entrada respetable en torno a la mitad
de la sala. Muchos aprovecharon desde luego para apuntarse al sarao mientras
oficiaba con su característica máscara de licántropo Hombre Lobo Internacional, un tipo solitario en el aspecto
instrumental que ya habíamos catado en otra ocasión y que es capaz de
arrancarse tanto con rock n’ roll añejo como con garaje y hasta con el “New
York, New York” de Sinatra en su peculiar estilo lobuno. La peña le siguió bien
el rollo mostrando las garras y de vez en cuando se escucharon aullidos por ahí.
Sigue siendo una criatura fascinante.
El licántropo Hombre Lobo Internacional |
Un bolo de punk ramoniano es quizás de las experiencias más
divertidas e intensas que pueden contemplarse en directo y Bonzos no se salieron demasiado del esquema previsto al iniciar con
“Rey de la ría” tras la morriconiana intro “Ectasy of Gold”. “El patrón del
mal” mantuvo el tipo y en su himno “Bonzo Girl” ya contaron con un invitado,
Suso, el primer bajista de la formación.
Sin disminuir las revoluciones, “Tu futuro no está escrito”
enganchó a la afición, al igual que “Situaciones”, su revisión de Slaughter
& The Dogs. Su regreso a las tablas viene avalado por una competente banda
en la que destaca el versátil Álvaro Segovia, ex componente de Atom Rhumba y
hoy en día con el proyecto Cavaliere. Muy rodados se les notó en los coros,
algo fundamental para que funcione el punk chicle, un ejemplo en este aspecto
sería “Charlie ya hace surf”, alusión a una mítica frase de ‘Apocalypse Now’ que
decía justo lo contrario.
Con la mirada puesta en el power pop, el líder Juancar Parlange
catalogó a “Crush On You” como “lo más
bonito” que había compuesto y contó con la ayuda a las voces de Virginia de
Toro y La Niña del Frenesí. El resultado fue similar al “I Wanna Be Your
Boyfriend”, aunque el inefable Joey Ramone alcance superiores cotas de emoción.
Recordaron sus orígenes en “Disturbios en el Bronx” y el vocalista Parlange
aseguró que gracias a la intermediación de Juancar del garito Muga fueron “los primeros en cantar en inglés en este
santo templo”. Alabado sea.
Mucho poso ramoniano existía en “Te cuidaré más que a mis
ojos”, incluso en los redobles de batería, y “Nueva York” certificó el
hermanamiento entre la capital vizcaína y la Gran Manzana. A excepción de
cuatro freaks, el personal no se
mostró muy emocionado respecto al repertorio, pese a que consiguieran remontar
el sonido algo enmarañado del principio y enganchar con trallazos del calibre
de “Narco punk”. Hubo también tiempo para novedades como “El Expreso de Badajoz”,
que reincide en esa temática de trapicheos que tanto les fascina.
Bonzos con Virginia en "Crush On You". |
Y para ir cerrando con clase, recurrieron a la aparición
estelar de Francis de Doctor Deseo en “Yo quise ser Gardel”, al que el voceras
definió como “alguien que sabe de tango”.
Cuando nos queríamos dar cuenta ya andaban con los bises, que por cierto fueron
de altura rescatando el clásico de The Rubinoos “Rock N’ Roll Is Dead”, el
mejor corte del disco “Lluvia, Hierro y Rock & Roll” y un “Baby, Baby” que
pasó fugaz y dejó con ganas de más después de que finalmente hubieran levantado
el vuelo con propiedad. “Esto se acaba, o
empieza”, avisó Parlange.
Y era cierto, aquel fue el bautismo de fuego de esta nueva
reencarnación de Bonzos, aunque todo el mundo esperaba una de esas muchedumbres
asfixiantes propia de las grandes ocasiones. Tal vez se eche en falta también
en su cancionero algo más de revoluciones, como en sus compis espirituales
Depressing Claim o ese acabado perfecto power pop de los malagueños Airbag,
pero su reciente lanzamiento les debería colocar de sobra en el firmamento de
los aficionados a los tres acordes. Por una noche Bilbao volvió a hacerse punk.
O por lo menos lo intentó.
TEXTO Y FOTOS:
ALFREDO VILLAESCUSA
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