martes, 23 de enero de 2018

BONZOS: Y BILBAO SE HIZO PUNK…



Kafe Antzokia, Bilbao

Alguien dijo que los Ramones eran como los Beatles del punk. Y lo cierto es no que le faltaba razón porque su influencia se sigue palpando décadas después de su disolución. Aparte de que se considera a los de Queens inspiradores de cosas tan dispares como el hardcore, el punk pop o incluso el rock alternativo, han creado todo un género en sí mismo que sigue al pie de la letra sus enseñanzas, esto es, píldoras adrenalínicas de dos minutos, estribillos memorables y una batería apabullante necesaria para enlazar unos temas con otros como si aquello se tratara de una carrera.

En nuestro país, en plena época de La Movida Madrileña, Los Nikis o Los Vegetales recogieron ese testigo con notable acierto y dejaron tanta huella que todavía siguen surgiendo en la actualidad grupos en coordenadas similares como Las Señoritas Estrechas, Pantones o los geniales Airbag, la lista podría ser inabarcable. 

El líder Parlange con Francis de Doctor Deseo.
 En este género encasillaríamos sin duda a los bilbaínos Bonzos, reactivados de nuevo veinte años después de su debut y cargados con una inmejorable carta de presentación llamada ‘Hagamos América punk otra vez’, una obra que lo mismo apela a lo local que a lo universal y conecta al “Botxo” con la megalópolis Nueva York. Ahí y en Detroit fue precisamente donde en realidad nació la filosofía de los tres acordes, mucho antes de que Sex Pistols se convirtieran en todo un emblema del movimiento.

El último disco de Bonzos nos parece de tal categoría que pensábamos que aquello estaría a reventar, pero nada más lejos de la realidad, si bien al final se logró alcanzar una entrada respetable en torno a la mitad de la sala. Muchos aprovecharon desde luego para apuntarse al sarao mientras oficiaba con su característica máscara de licántropo Hombre Lobo Internacional, un tipo solitario en el aspecto instrumental que ya habíamos catado en otra ocasión y que es capaz de arrancarse tanto con rock n’ roll añejo como con garaje y hasta con el “New York, New York” de Sinatra en su peculiar estilo lobuno. La peña le siguió bien el rollo mostrando las garras y de vez en cuando se escucharon aullidos por ahí. Sigue siendo una criatura fascinante. 

El licántropo Hombre Lobo Internacional
 Un bolo de punk ramoniano es quizás de las experiencias más divertidas e intensas que pueden contemplarse en directo y Bonzos no se salieron demasiado del esquema previsto al iniciar con “Rey de la ría” tras la morriconiana intro “Ectasy of Gold”. “El patrón del mal” mantuvo el tipo y en su himno “Bonzo Girl” ya contaron con un invitado, Suso, el primer bajista de la formación.

Sin disminuir las revoluciones, “Tu futuro no está escrito” enganchó a la afición, al igual que “Situaciones”, su revisión de Slaughter & The Dogs. Su regreso a las tablas viene avalado por una competente banda en la que destaca el versátil Álvaro Segovia, ex componente de Atom Rhumba y hoy en día con el proyecto Cavaliere. Muy rodados se les notó en los coros, algo fundamental para que funcione el punk chicle, un ejemplo en este aspecto sería “Charlie ya hace surf”, alusión a una mítica frase de ‘Apocalypse Now’ que decía justo lo contrario.


Con la mirada puesta en el power pop, el líder Juancar Parlange catalogó a “Crush On You” como “lo más bonito” que había compuesto y contó con la ayuda a las voces de Virginia de Toro y La Niña del Frenesí. El resultado fue similar al “I Wanna Be Your Boyfriend”, aunque el inefable Joey Ramone alcance superiores cotas de emoción. Recordaron sus orígenes en “Disturbios en el Bronx” y el vocalista Parlange aseguró que gracias a la intermediación de Juancar del garito Muga fueron “los primeros en cantar en inglés en este santo templo”. Alabado sea.

Mucho poso ramoniano existía en “Te cuidaré más que a mis ojos”, incluso en los redobles de batería, y “Nueva York” certificó el hermanamiento entre la capital vizcaína y la Gran Manzana. A excepción de cuatro freaks, el personal no se mostró muy emocionado respecto al repertorio, pese a que consiguieran remontar el sonido algo enmarañado del principio y enganchar con trallazos del calibre de “Narco punk”. Hubo también tiempo para novedades como “El Expreso de Badajoz”, que reincide en esa temática de trapicheos que tanto les fascina.

Bonzos con Virginia en "Crush On You".
Y para ir cerrando con clase, recurrieron a la aparición estelar de Francis de Doctor Deseo en “Yo quise ser Gardel”, al que el voceras definió como “alguien que sabe de tango”. Cuando nos queríamos dar cuenta ya andaban con los bises, que por cierto fueron de altura rescatando el clásico de The Rubinoos “Rock N’ Roll Is Dead”, el mejor corte del disco “Lluvia, Hierro y Rock & Roll” y un “Baby, Baby” que pasó fugaz y dejó con ganas de más después de que finalmente hubieran levantado el vuelo con propiedad. “Esto se acaba, o empieza”, avisó Parlange.

Y era cierto, aquel fue el bautismo de fuego de esta nueva reencarnación de Bonzos, aunque todo el mundo esperaba una de esas muchedumbres asfixiantes propia de las grandes ocasiones. Tal vez se eche en falta también en su cancionero algo más de revoluciones, como en sus compis espirituales Depressing Claim o ese acabado perfecto power pop de los malagueños Airbag, pero su reciente lanzamiento les debería colocar de sobra en el firmamento de los aficionados a los tres acordes. Por una noche Bilbao volvió a hacerse punk. O por lo menos lo intentó.

TEXTO Y FOTOS: ALFREDO VILLAESCUSA


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