Sala Rock Palace,
Madrid
Frente a vendidos miserables y tipos que solo mueven el culo
en función de la rentabilidad o un posible beneficio, todavía sobreviven en la
sociedad contemporánea, un poco agazapados, gente a la que le mueve el corazón,
un órgano que en breve se convertirá en algo proscrito síntoma de la dominación
heteropatriarcal. Seamos sinceros, lo de hacer las cosas porque sí ya no se
estila y eso provoca que la reacción inicial en tales casos sea la de desconfianza.
O que se les considere chalados totales, parias, románticos que trabajan por
amor al arte. ¿Dónde vamos a llegar?
Por los motivos mencionados, iniciativas como la de
recuperar el SGM Fest, festival musical en el marco de la Semana Gótica de
Madrid, merecerían un aplauso hasta que revienten las manos. Un evento creado
especialmente para aficionados a la música con mayúsculas, una especie cada vez
más rara de encontrar incluso en conciertos, el hábitat natural de tan
insólitas criaturas. Y al margen de un cartel más o menos afortunado, allí
había que estar llevándose la mano al pecho. Por pura militancia.
Der Himmel Über Berlin, los triunfadores de la velada. |
Pero en esta ocasión se había configurado un plantel estelar
muy interesante que conjugaba tradición y modernidad al incluir a leyendas del
calibre de los finlandeses Two Witches con promesas que ya deberían ser
realidades consolidadas como los portugueses NU:N o los italianos Der Himmel
Über Berlin. Por desgracia, al igual que en otros géneros, en el mundo gótico
también hay mucho postureo y la asistencia no acompañó tanto como merecerían
los grupos por su constatada calidad.
Así que en un ambiente familiar iniciaron la velada Der Himmel Über Berlin apelando a clásicos
del rollo como Fields Of The Nephilim por su voz cavernosa, aunque con un
enfoque más cercano a ese post punk tan en boga actualmente que bordea el indie
sin renunciar a insuflar cierta garra, un ejemplo claro sería “Alone In My
Room” o esa inmensa “Dead Souls” de Joy Division muy llevada a su terreno. Muy
apañados estuvieron al recrear pasajes atmosféricos con poso netamente
guitarrero y su tiempo en escena se antojó un visto y no visto. Ojalá regresen
pronto con un repertorio más largo.
Los lusos NU:N ya
habían estado anteriormente en la capital en el último SGM Fest de hace un par
de años y en aquella ocasión creemos recordar que nos dejaron mejores
sensaciones, pues esta vez quizás por el escaso personal o por los propios
medios de la sala quedaron más al descubierto sus carencias, entre ellas, la
más importante de todas, que no lleven batería “humana” y su sonido pregrabado
les dé un aire de excesiva artificialidad. Pero vamos a subrayar también lo
positivo, esto es, esa ristra de temazos que podrían convertirse en un futuro
en auténticos clásicos del género, un gothic rock de una ortodoxia que da casi
hasta repelús.
Su siniestro vocalista, en lo visual con aire a lo Robert
Smith, se mostró asimismo bastante activo recorriéndose la sala y casi
pasándose más tiempo debajo que encima del escenario. Y mola que recuperen esa
joya del darkwave llamada “Revenge” de Ministry, repudiada hoy en día hasta por
el propio Al Jourgensen. Es incontestable la potencia de piezas para trazar
pentagramas en el suelo como “Ceremonial” o “Incessant Lies”, pero nos convence
mucho más su sonido en estudio que en directo y eso no debería ser así. Más
guitarras en las distancias cortas y menos lata pregrabada.
NU:N, una autenticidad que da hasta repelús. |
Y para cerrar este mini festival ahí teníamos a un nombre
fundamental en la historia del gótico, los finlandeses Two Witches, quizás a priori los que menos nos atraían del cartel y
que la última vez que se habían pasado por el foro fue hace un par de décadas,
lo que se dice pronto. Pese a reconocer la valía de piedras angulares como
“Spirit Sacrifice”, lo cierto es que nunca hemos conectado con su rollo, demasiado
centrado en ese vampirismo infantil que debería provocar un paso atrás tanto
como un manojo de ajos.
La voz de su líder Jyrki Witch era francamente mejorable y
su temperamento histriónico a veces ponía de los nervios, pero se supo ganar el
favor del respetable dedicando por ejemplo a los presentes “The Dark Angel Of
Sin” y consiguiendo que se elevaran los ánimos con “Requiem” o la ya mentada
“Spirit Sacrifice”, con las que se emocionó hasta un victoriano. Quizás el
problema esté en que su fama y su reconocida trayectoria les precede en exceso
y lo que pueden ofrecer hoy en día en directo tampoco sea tanto como su
reputación.
Two Witches, leyendas del rollo gótico. |
Para finiquitar un show de una duración similar a los de las
otras dos bandas, recurrieron a “Vampire Empire”, que reincide en su cansina
fijación por los colmillos, y a “Burn The Witch”, en la que el vocalista
anunció un hechizo para que fuéramos imperiosos hacia el merchandising. Lo hay que oír. Al final no estuvo mal su bolo, pero
parece que pesa más su trayectoria que sus verdaderas habilidades en directo.
Un tanto sobrevalorados.
Y en este ambiente de ritos noctívagos encajó como un guante
el “I Put A Spell On You” de Screamin’ Jay Hawkins que sonó por altavoces nada
más terminar Two Witches. Una inmejorable forma de ponerse a tono para una
fiesta posterior en la que Jyrki demostró una prodigiosa versatilidad como DJ y
contó con bastante más peña que el concierto en sí. Menos mal que nos quedan cruzados
perseverantes capaces de jugarse los cuartos contra viento y marea. Algunas cosas
no producen satisfacción económica, pero sí de otros tipos.
TEXTO Y FOTOS:
ALFREDO VILLAESCUSA
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