martes, 2 de enero de 2018

SGM FEST: CRUZADOS PERSEVERANTES



Sala Rock Palace, Madrid

Frente a vendidos miserables y tipos que solo mueven el culo en función de la rentabilidad o un posible beneficio, todavía sobreviven en la sociedad contemporánea, un poco agazapados, gente a la que le mueve el corazón, un órgano que en breve se convertirá en algo proscrito síntoma de la dominación heteropatriarcal. Seamos sinceros, lo de hacer las cosas porque sí ya no se estila y eso provoca que la reacción inicial en tales casos sea la de desconfianza. O que se les considere chalados totales, parias, románticos que trabajan por amor al arte. ¿Dónde vamos a llegar?

Por los motivos mencionados, iniciativas como la de recuperar el SGM Fest, festival musical en el marco de la Semana Gótica de Madrid, merecerían un aplauso hasta que revienten las manos. Un evento creado especialmente para aficionados a la música con mayúsculas, una especie cada vez más rara de encontrar incluso en conciertos, el hábitat natural de tan insólitas criaturas. Y al margen de un cartel más o menos afortunado, allí había que estar llevándose la mano al pecho. Por pura militancia.

Der Himmel Über Berlin, los triunfadores de la velada.
 Pero en esta ocasión se había configurado un plantel estelar muy interesante que conjugaba tradición y modernidad al incluir a leyendas del calibre de los finlandeses Two Witches con promesas que ya deberían ser realidades consolidadas como los portugueses NU:N o los italianos Der Himmel Über Berlin. Por desgracia, al igual que en otros géneros, en el mundo gótico también hay mucho postureo y la asistencia no acompañó tanto como merecerían los grupos por su constatada calidad.

Así que en un ambiente familiar iniciaron la velada Der Himmel Über Berlin apelando a clásicos del rollo como Fields Of The Nephilim por su voz cavernosa, aunque con un enfoque más cercano a ese post punk tan en boga actualmente que bordea el indie sin renunciar a insuflar cierta garra, un ejemplo claro sería “Alone In My Room” o esa inmensa “Dead Souls” de Joy Division muy llevada a su terreno. Muy apañados estuvieron al recrear pasajes atmosféricos con poso netamente guitarrero y su tiempo en escena se antojó un visto y no visto. Ojalá regresen pronto con un repertorio más largo.


Los lusos NU:N ya habían estado anteriormente en la capital en el último SGM Fest de hace un par de años y en aquella ocasión creemos recordar que nos dejaron mejores sensaciones, pues esta vez quizás por el escaso personal o por los propios medios de la sala quedaron más al descubierto sus carencias, entre ellas, la más importante de todas, que no lleven batería “humana” y su sonido pregrabado les dé un aire de excesiva artificialidad. Pero vamos a subrayar también lo positivo, esto es, esa ristra de temazos que podrían convertirse en un futuro en auténticos clásicos del género, un gothic rock de una ortodoxia que da casi hasta repelús.

Su siniestro vocalista, en lo visual con aire a lo Robert Smith, se mostró asimismo bastante activo recorriéndose la sala y casi pasándose más tiempo debajo que encima del escenario. Y mola que recuperen esa joya del darkwave llamada “Revenge” de Ministry, repudiada hoy en día hasta por el propio Al Jourgensen. Es incontestable la potencia de piezas para trazar pentagramas en el suelo como “Ceremonial” o “Incessant Lies”, pero nos convence mucho más su sonido en estudio que en directo y eso no debería ser así. Más guitarras en las distancias cortas y menos lata pregrabada.

NU:N, una autenticidad que da hasta repelús.
Y para cerrar este mini festival ahí teníamos a un nombre fundamental en la historia del gótico, los finlandeses Two Witches, quizás a priori los que menos nos atraían del cartel y que la última vez que se habían pasado por el foro fue hace un par de décadas, lo que se dice pronto. Pese a reconocer la valía de piedras angulares como “Spirit Sacrifice”, lo cierto es que nunca hemos conectado con su rollo, demasiado centrado en ese vampirismo infantil que debería provocar un paso atrás tanto como un manojo de ajos.

La voz de su líder Jyrki Witch era francamente mejorable y su temperamento histriónico a veces ponía de los nervios, pero se supo ganar el favor del respetable dedicando por ejemplo a los presentes “The Dark Angel Of Sin” y consiguiendo que se elevaran los ánimos con “Requiem” o la ya mentada “Spirit Sacrifice”, con las que se emocionó hasta un victoriano. Quizás el problema esté en que su fama y su reconocida trayectoria les precede en exceso y lo que pueden ofrecer hoy en día en directo tampoco sea tanto como su reputación.

Two Witches, leyendas del rollo gótico.
 Para finiquitar un show de una duración similar a los de las otras dos bandas, recurrieron a “Vampire Empire”, que reincide en su cansina fijación por los colmillos, y a “Burn The Witch”, en la que el vocalista anunció un hechizo para que fuéramos imperiosos hacia el merchandising. Lo hay que oír. Al final no estuvo mal su bolo, pero parece que pesa más su trayectoria que sus verdaderas habilidades en directo. Un tanto sobrevalorados.

Y en este ambiente de ritos noctívagos encajó como un guante el “I Put A Spell On You” de Screamin’ Jay Hawkins que sonó por altavoces nada más terminar Two Witches. Una inmejorable forma de ponerse a tono para una fiesta posterior en la que Jyrki demostró una prodigiosa versatilidad como DJ y contó con bastante más peña que el concierto en sí. Menos mal que nos quedan cruzados perseverantes capaces de jugarse los cuartos contra viento y marea. Algunas cosas no producen satisfacción económica, pero sí de otros tipos.

TEXTO Y FOTOS: ALFREDO VILLAESCUSA





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