jueves, 25 de mayo de 2017

BARRIO TIGER: DE PARRANDA CON LOS SANTOS



Satélite T, Bilbao

Hay actuaciones tan breves que son casi como chupitos que se toman entre cerveza y cerveza únicamente para confraternizar con el personal. Son contundentes, entran como un tiro y sirven de sobra para desconectar de las preocupaciones mundanas. Aquellos paladares exquisitos en busca de sofisticación y mover la copa de lado a lado deberían probar en otro sitio, del mismo modo en que nadie en su sano juicio se atrevería a pedir un Crianza en plena madrugada. Hay que respetar los momentos adecuados.

Eso mismo parecen seguir al pie de la letra los californianos Barrio Tiger, que llevan moviéndose por el ambiente angelino desde 2009, pero no ha sido hasta el presente año cuando han conseguido por fin legar un larga duración que certifique el potencial de esta banda con veteranos de la escena provenientes de grupos como The Hangmen. Perros viejos que no se complican demasiado la vida y ofrecen su reputada solvencia en el campo del rock n’ roll punkarra en la línea de Supersuckers, The Hellacopters e incluso algún destello clasicote tipo Thin Lizzy. 


Ante un respetable selecto que no alcanzaba el medio centenar, era día entre semana, ya se sabe, las ratas de cloaca de Barrio Tiger extendieron la palabra revelada de su obra ‘Ave María’ con “Pete’s Dragon”, un trallazo directo a la yugular ideal para sacar del estupor a la concurrencia con esos riffs al tuétano deudores de Backyard Babies o Social Distortion. “Dying To Live” reincide en la misma idea con un estribillo para canturrear mientras una bebida espirituosa resbala por el gaznate.

No hay demasiadas sorpresas en su repertorio, vuelta y vuelta a ese debut con portada religiosa que se pasa como un suspiro, casi igual que su concierto, pues apenas alcanzaron los 45 minutos. Uno de los puntos álgidos estuvo sin duda en su versión del “Problems” de Sex Pistols, una piedra angular del punk que hoy en día sigue sonando tan apabullante como hace cuatro décadas, el peso del tiempo no ha mermado en absoluto su potencial incendiario.


“Born Ready” y “Bullet” reflejan la fidelidad a los principios establecidos, temas que casi se atropellan unos con otros, sin respiro ni charlas inútiles, esto es lo que hay, para marear la perdiz ya existen cientos de grupos. Había pocos fieles, pero los suficientes para armar una gresca mínima de cara a unos bises que fueron concedidos sin apenas rechistar. Por un lado, el “Get It On” de Turbonegro, infalible para poner patas arriba cualquier recinto  de aficionados a la pura electricidad y a los mástiles en alto. Y la última versión tampoco defraudó, pues se trató del eterno “Rock N’ Roll” de Lou Reed, muy yanqui, aunque le añadieron  la preceptiva furia punk.

Como hemos dicho, muy corto fue el rollo, pero lo necesario para captar la esencia de la que están hechas estas criaturas de suburbio que apelan a los más bajos instintos. Sin postureos ni mierdas. Lo dejan bien claro en la letra de “Special Purpose”: “Cuando vamos a la iglesia, pasamos el rato con santos, pero cuando vamos a beber, ya sabes que no”. No lo dudamos. Serían buenos compañeros de parranda.

TEXTO Y FOTOS: ALFREDO VILLAESCUSA


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